
EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
GABRIEL GARCIA MARQUEZ
Gabriel José de la Concordia García Márquez es un novelista colombiano, escritor de cuentos, guionista y periodista. Nacido en la Región Caribe, en el municipio de Aracataca (Magdalena), el 6 de marzo de 1927. Es conocido familiarmente como "Gabo" (y también Gabito
Es considerado uno de los autores más significativos del siglo XX. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia Sueca "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente".[1] Su novela más reconocida internacionalmente es Cien años de soledad
Nació en Aracataca en el departamento costeño de Magdalena, Colombia, el domingo 6 de marzo de 1927 (aunque algunas fuentes insisten en 1928, como año de nacimiento, cuando en 2007 celebró sus 80 años y 40 años de Cien Años de Soledad). Hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Poco después de su nacimiento, su padre se convirtió en farmacéutico. En enero de 1929, sus padres se mudaron a Barranquilla. Fue criado por sus abuelos maternos, el coronel Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, en Aracataca. En 1936 cuando tenía ocho años, su abuelo murió, y se trasladó a Barranquilla donde su padre era farmacéutico
Cuando sus padres se enamoraron se opuso a su relación el padre de Luisa, el Coronel. Gabriel Eligio García no era el hombre que el coronel había previsto para ganar el corazón de su hija: Él (Gabriel Eligio) es un conservador, y tenía la reputación de ser un mujeriego
Ellos intentaron todo para deshacerse del hombre. Su familia finalmente capituló y se le dio permiso para casarse con Gabriel Eligio. (La tragicomedia historia de su cortejo más tarde sería adaptado y refundida como El amor en los tiempos del cólera por su hijo Gabriel García Márquez.)
Premios y reconocimientos recibidos
Premio de la Novela ESSO por "La mala hora" (1961)
Doctorado honoris causa de la Universidad de Columbia en Nueva York (1971)
Medalla de la legión de honor francés en París (1981)
Condecoración Águila Azteca en México (1982)
Premio Nobel de Literatura en Estocolmo (1982)
Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas (1985)
Miembro honorario del Instituto Caro y Cuervo en Bogotá (1993)
Doctorado honoris causa de la Universidad de Cádiz (1994)
García Marques ayudó mucho en la revolución de los claveles en Africa. El llevó a Germán Zabala Cubillos a Lisboa y de ahí a Angola a participar en la revolución; ahí se hicieron muy amigos. Despúes en México se reunió con Ivan Illych, donde se planteó un mundo mejor; ahí se reuneron Gabriel Garcia Marquez, German Zabala, Paulo Freyle e Ivan Illych.
También brindó su apoyo y se unió a la amplia lista de prominentes figuras de América Latina que han manifestado su apoyo a la independencia de Puerto Rico, a través de su adhesión a la Proclama de Panamá aprobada por unanimidad en el Congreso Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto Rico.
EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
DATOS
“El Coronel No Tiene Quien Le Escriba” fue escrita en el año 1957 y publicada en 1961, “El Coronel No Tiene Quien Le Escriba” repara los errores de “La Hojarasca”, el desgaste de energías que hay en esta obra se convierte en el Coronel, en economía.
Gabriel descarta cosas superfluas, ahorra palabras, expresa claridades y deja a un lado la retórica.
LOS PERSONAJES
El Coronel, probablemente, la obra más perfecta de García Márquez. Su personaje más estudiado y mejor trazado, es un viejo decrépito que vegeta en las ruinas de una casa hipotecada, esperando la pensión de veterano de guerra por parte del gobierno, que nunca llega. Tesorero de las Fuerzas Revolucionarias de Aureliano Buendía. Su cuerpo es un desastre, sufre de dolencias climáticas, pero no pierde el buen humor. De su difunto hijo ha heredado un gallo. Es una criatura caprichosa, soñadora y débil.
El Dr. Giraldo siempre trata de alentar al Coronel y a su esposa.
La mujer del Coronel es muy distinta a su esposo, tiene mucho sentido común, es sólida, de carácter firme, sensata y constante
ARGUMENTO
En “El Coronel no tiene Quien le Escriba” hay un aura de cosas no dichas, de medias luces, silencios elocuentes y milagros secretos, en que se define siempre o que se omite y resalta lo que quiere pasar inadvertido. Un soplo de misterio atraviesa el libro, que apenas tiene 100 páginas, pero está envuelta en sombras luminosas.
Pocos personajes de la novela latinoamericana seducen tanto como el viejo y maniático Coronel, que terminado el libro vive largo tiempo en la memoria. Es una especie de niño prodigio envejecido, loco, cuerdo, conmovedor y humano, maravillado y tragicómico. Tiene no solo una personalidad sino un alma. “El Coronel” es una anécdota, pero ante todo un retrato. Nos lleva, no hacia un hecho, sino hacia un personaje, y en última instancia, una visión.
Cada viernes “El Coronel” va hacía el muelle en espera de la lancha del correo a por la llegada de su pensión la cual lleva quince años esperando. No valen sus protestas y solicitudes, todas quedan flotando en medio burocracia de la capital, donde según él, sus enemigos no duermen. Mientras el coronel espera pacientemente, su hijo Agustín es muerto en un linchamiento por repartir información clandestina en la gallera (a la cual era asiduo visitante). El Dr., Giraldo, que sirve de enlace con las guerrillas, bromea con el coronel y le pasa los periódicos del día como forma de animarlo. De su hijo, El Coronel ha recibido un gallo de pelea que engordará para que descuartice a otro gallo del pueblo vecino, consiguiendo así honor y fortuna. En su miseria, el Coronel apenas puede mantenerse a sí mismo; ahora con el gallo… no importa; venderá cosas en su ilusión de derrotar al otro gallo ha puesto la vida. Así comienzan a salir muebles, anillos de boda… hasta que toda la población se compromete con el gallo, porque todos han apostado a él. Las contribuciones de todos no se hacen esperar; ya para ese entonces el Coronel se alimenta de Alpiste; piensa en venderle el gallo al ricachón del pueblo, pero consciente de que defraudaría a todo el pueblo, seguirá adelante contra todos y por fin llega el buen tiempo y el Coronel se levanta ansioso. Quiere plantar rosas; “la comerán los cerdos” dijo su mujer, siempre sensata, “ Han de ser muy buenos los cerdos engordados con rosas” dijo el Coronel que nunca pierde su sentido del humor.
